El Zaikocirco, cuyo nombre es una deformación de la palabra psycho, representa imágenes de un circo fantástico, callejero; una especie de fenómenos visuales que bailan al son de sonidos ancestrales en busca del infinito perdido. El circo callejero se presenta en su forma más básica: La sucesión de rutinas clásicas vistas desde lo surreal (seres imposibles e inexistentes conviven en un espacio público para el deleite y sorpresa de los espectadores).
Así, conviven algunos personajes del circo (equilibrista, malabarista, mago, domador de animales ) con el público transeúnte y a través del teatro de títeres emergen seres míticos, fenómenos nunca antes vistos. Es una propuesta diseñada para un público de cualquier edad que deja sorprenderse con cosas extrañas a la realidad ordinaria.